Estos son algunos de los consejos más efectivos que sugieren los expertos para preocuparse menos.

La ansiedad es una parte normal de la experiencia humana y todos nos preocupamos de vez en cuando. Sin embargo, la ansiedad incontrolable puede afectar tanto tu salud física como mental.

¿Cuál es exactamente la preocupación?

La ansiedad se define como la sensación de incomodidad causada por algo que puede suceder o que puedes experimentar en el futuro. La causa de la ansiedad puede ser cualquier cosa, desde una presentación que tengas que hacer en media hora o el miedo a un problema de salud grave que puedas desarrollar en veinte años.

Alguien ha dicho que las preocupaciones son como las sombras: al mediodía son pequeñas, pero cuando comienza a bajar el sol, se vuelven cada vez más grandes. Para todos los que hayamos sentido alguna vez la destructiva idea de preocuparse más de lo debido, es importante saber que, aunque no hay forma de deshacerse por completo de estos pensamientos ansiosos, es posible reducir significativamente sus efectos negativos.

Los consejos clave de los expertos para mantener tus preocupaciones bajo control incluyen:

Una meditación para preocuparse menos

La meditación consciente implica enfocar tu atención en el momento presente. Esto puede ayudar a aliviar los pensamientos de ansiedad cuando parecen ser abrumadoramente peligrosos. Puedes probar:

• Buscar un lugar tranquilo donde puedas relajarte cómodamente.
• Cierra los ojos y respira profundamente.
• Indaga en tus pensamientos sin juzgarlos.
• Regresa suavemente al patrón de respiración habitual.
• Continúa dejando que tus pensamientos «pasen» durante unos diez minutos mientras estás sentado cómodamente con los ojos cerrados.

Respiraciones profundas

Puede parecer simple, pero el aumento de los niveles de oxígeno reduce los efectos fisiológicos del estrés en el cuerpo según dicen los psicoterapeutas clínicos. En otras palabras, tu frecuencia cardíaca se ralentiza, tus músculos se relajan y tus pensamientos se ralentizan también. Todos estos pueden ayudar a reducir la ansiedad.

Los ejercicios de respiración profunda incluyen:

• Elige un lugar cómodo para sentarte o acostarte y cerrar los ojos.
• Respira por la nariz, imagina una sensación de calma que llena tu cuerpo.
• Respira lentamente por la boca, pensando en todas tus preocupaciones y tensiones para «salgan» de su cuerpo.
• Repite este proceso tantas veces como lo necesites.

Muévete

Probablemente lo haya escuchado muchas veces, pero el ejercicio físico realmente puede tener un gran impacto en tu bienestar mental y tu estado de ánimo diario, quizás uno de los mejores consejos para preocuparse menos.

Un simple paseo a pie o en bicicleta por tu vecindario; diez minutos corriendo, o incluso bailar en casa, pueden distraerte con éxito, mejorando tu estado de ánimo. Si eres más reflexivo también puedes probar una caminata reflexiva, para que “ejercites tanto tu cuerpo como tu mente. Si eres creyente puede ser un buen momento para que hables con Dios y abrirle tu corazón como a un amigo.

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