Una vez que conozca los beneficios del optimismo, es posible que desee ver las cosas de manera diferente.
Pero para hablar del optimismo primero tenemos que pasar obligadamente por el lenguaje del pensamiento, porque el pensamiento bien utilizado se transforma en una herramienta poderosa, y mal utilizado es un verdadero freno tipo ABS. Son los pensamientos los que ponen en orden las percepciones de nuestros sentidos; organizan conceptos e información, seleccionan y clasifican nuestras prioridades. Ponen orden y generan una respuesta.
El pensamiento disponen de un lenguaje propio, subliminal y subconsciente, que funciona según una lógica particular. Actúa muchas veces sin que nos demos cuenta. Es un lenguaje interior, mudo pero en continua actividad, que luego tiene repercusiones en nuestra actividad cotidiana. El pensamiento es una destreza que necesita un entrenamiento gradual mediante la articulación de hábitos lógicos conjugando elemento de distintas fuentes
Cada persona posee su propio lenguaje
Cada persona es un mundo y posee su propio lenguaje del pensamiento, por eso es necesario saber analizarlo y conocer cuál es el código de nuestra conducta, saber interpretarlo y aprovechar todas sus responsabilidades. Entonces es necesario un pensamiento educado, con un lenguaje de lógica correcta, que genere valiosas interconexiones mentales que ofrezcan los mejores resultados.
Seguramente has escuchado a la gente decir que te centres en el lado bueno de la vida o que mires el vaso medio lleno. Y aunque es posible que estas frases no te hagan cambiar tu forma de pensar, una vez que conozcas los beneficios del optimismo, es posible que desee ver las cosas de manera diferente, y comenzar a educar tus pensamientos con actitudes más optimistas.
El estrés
Cuando hay que enfrentar situaciones estresantes, las personas optimistas tienden a lidiar con ellas con mayor eficacia que las pesimistas. Esto no es obra de la casualidad, o porque se tengan poderes especiales. Cuando los optimistas experimentan una frustración (Ej., No consiguen un nuevo trabajo o un ascenso) es más probable que se concentren en las cosas que pueden hacer para resolver la situación. En lugar de insistir en sus frustraciones o cosas que no se pueden cambiar, diseñarán un plan de acción y buscarán ayuda y consejo de otros. Tienen un pensamiento educado para buscar soluciones. Los pesimistas, por otro lado, simplemente asumen que la situación está fuera de su control y que no hay nada que puedan hacer.
Pensamiento positivo
Cuando los pensamientos son educados con el fin de tener varias perspectivas para enfrentar un evento negativo, el hecho de buscar otras posibilidades, se convierten en pensamientos positivos, que incluso contribuyen a tu bienestar general. La Clínica Mayo informa algunos beneficios para la salud del optimismo, incluido un riesgo reducido de morir por problemas cardiovasculares, una mejor psicología y una mayor esperanza de vida.
Si bien los investigadores no tienen del todo claro por qué el pensamiento positivo beneficia la salud, algunos sugieren que las personas optimistas pueden tener un estilo de vida más saludable. Al sobrellevar mejor el estrés y evitar comportamientos poco saludables, pueden mejorar su salud y bienestar.
Capacidad para resolver problemas
Las personas optimistas parecen estar en mejores condiciones de afrontar una crisis o un trauma. En lugar de colapsar ante el estrés, tienen la capacidad de continuar y eventualmente superar la adversidad. Cuentan con su propio lenguaje mental, un vocabulario de términos positivo que de adhieren a un pensamiento lógico. Cuando se enfrentan a un desafío, las personas optimistas generalmente piensan qué pueden hacer para solucionar el problema. Los pesimistas en cambio se detienen en dicho lugar y no intentan hacer nada, no encuentran palabras, descansan en su tristeza y, por lo tanto, experimentan más fracasos.
Cuando hablo de «optimismo», no me refiero a verlo todo de color de rosa. La forma de pensar que realmente puede ayudarte a mejorar tu psicología y tu vida es el optimismo basado en el realismo. Si somos conscientes de la calidad del lenguaje de nuestros pensamientos, los obstáculos de la vida estarán ahí para enfrentarlos y superarlos.
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