La base de una sociedad sana pasa por la felicidad del hombre y ésta depende de la calidad de vida en el campo afectivo.
Mientras el mundo avanza en lo tecnológico con grandes desarrollos científicos, se descuida en forma progresiva el desarrollo humano . Y es en el entorno afectivo donde se percibe la mayor mediocridad del hombre actual y el mejor espejo para ver el grado de mediocridad afectiva es la inmadurez en el campo sentimental.
Hoy una de las mayores falencias es no saber qué es el mundo sentimental. Saber de algo implica conocimiento, percepción de lo que allí existe, información para separar lo bueno de lo malo, aplicar el tino para descubrir en hechos e intenciones el mejor camino hacia lo porvenir. Sin embargo en el campo sentimental el conocimiento suele estar en la mujer, que se muestra más hábil que el hombre, y a éste último, el desconocimiento sentimental lo está acarreando a unas consecuencias devastadoras, el hombre no ve, no entiende lo que está pasando ni cuáles son las principales leyes en el tema de la afectividad.
Una relación sana y afectiva
Mayormente se edifica la vida sentimental sobre bases poco sólidas. Cuando el amor está hecho con “materiales” de poca calidad, en algún momento su construcción se desvanecerá. En tal caso no se puede hablar de auténtico enamoramiento, pero si de sentimientos de menor profundidad, que a la larga dejarán de funcionar. La base del amor no se sustenta de acontecimientos producidos por la casualidad, sino por el desarrollo permanente de un profundo enamoramiento capaz de mantener una relación sana y coherente.
La inmadurez sentimental idealiza la vida afectiva y exalta el amor conyugal como algo extraordinario y maravilloso, lo cual constituye un error porque no profundiza en su análisis. El amor es una tarea; una tarea de mejora personal mediante la cual se pulen y liman los defectos de la propia conducta que afectan al otro. El amor nos hace libres y esclavos. Ya la mitología griega hablaba de Eros, dios del amor, como hijo de Penia y de Poros, de la pobreza y la riqueza.
La importancia de los detalles en lo cotidiano
Convertir a la otra persona en un absoluto, es un signo de inmadurez que se suele pagar caro. Es natural que en el curso del enamoramiento la otra persona brille con luz propia. Sin embargo la difícil convivencia diaria va poniendo a cada cual en su sitio; aflora la verdad, sin trampa ni decoración, porque una cosa es la imagen que ofrecemos y otra muy distinta, la versión real de la vida cotidiana.
Se desconoce que los sentimientos no son estáticos, sino dinámicos. El amor es perfectible y defectible. El amor recíproco es la forma suprema de compañía, pero para ello hay que esmerarse en él. Es parte del amor inteligente cuidar los detalles pequeños, para ello se requiere un alto porcentaje de artesanía psicológica cotidiana.
El amor se construye
El amor se construye día a día y los sentimientos son un camino de ida y vuelta; de la excitación a la tranquilidad, de la tensión a la relajación, de la aproximación al rechazo, de la activación al bloqueo.
Se hace necesario conocer más a fondo la relación afectiva entre pareja, con resultados de convivencia de personas maduras, y la clave para esto consiste principalmente en descubrir el uso de: La inteligencia, la voluntad y el compromiso.
La inteligencia es para saber llevar la pareja a la laboriosidad de la convivencia y manejar hábilmente la comunicación.
Vida afectiva
La voluntad porque es la capacidad de poner metas pequeñas que apuntan a un fin más lejano. Nos ayuda a cumplir con los objetivos que nos permiten avanzar como pareja, y una de las manifestaciones mas rotundas de la madurez es una buena educación de la voluntad.
El compromiso para poder asumir el esfuerzo de construir una relación a largo plazo.
En la actual sociedad las frustraciones de la vida afectiva, encuentran apoyo en el relativismo, dando paso a la inmadurez que permite una vinculación frágil; si la pareja o el matrimonio no funciona, se cambia por otro y asunto solucionado.
El amor conyugal es una de las aventuras más excelsas que existen. Una relación debe estar basada en la comprensión, el diálogo recíproco, la ternura y los pequeños detalles.
Cuatro importantes columnas
En Grecia parece que nada funciona si no tiene pilares, columnas que sustenten los edificios, lo especial de estas columnas griegas, no sólo son parte de la base que mantiene de pie la estructura, sino que además son verdaderas obras de artes. En el campo afectivo para una mejor administración se requiere también de columnas que lo sustenten, pero que no sólo le de la fuerza necesaria, sino que lo haga también con elegancia y arte, estas columnas podrían ser: inteligencia, voluntad, sentido de compromiso, y ética. En otras palabras razón, determinación, promesa y uso correcto de la libertad.
* Si te agrado este post comparte el enlace y participa dejando tu comentario.
Muy buen articulo, es importante para el hombre contemporaneo, dijo q debemos estar de acuerdo los dos, porque si una d las partes pone interez y la otra no, en resultado es nulo.
Un abrazo a na psicóloga,
Noelia q Dios la bendiga