El constante aumento de las enfermedades no se debe a un descuido en las tareas higiénicas ni avasalladores ataques de virus o bacterias, la mayoría de las enfermedades actuales tiene su principio en un problema psicológico, dicho de otra forma, los principios de conductas están siendo sobrepasados por prácticas mucho más emocionales. Este tipo de comportamiento está causando enfermedades psicosomáticas, que de manera asolapada y muy sigilosamente comienzan a aparecer en las estadísticas que acrecientan diferentes causas de muertes.
Uno de los grandes problemas psicológicos que enfrenta el mundo actual es el negativismo. El pensar que todo va a terminar mal; las sensaciones físicas molestas o dolorosas; los pensamientos, sentimientos y actitudes desagradables; el pesimismo, el derrotismo y la desorganización. Todo esto conduce a conductas que se muestran como resultado de acontecimientos cotidianos pero con una gran carga psicológica negativa.
Este tipo de comportamiento avalado por problemas psicológicos necesitan ser cambiados con suma urgencia. Egoísmo, angustia, pesimismo, miedo, pereza, deben ser cambiados por alegría, entusiasmo,serenidad, júbilo y optimismo.
Estudios en el campo de la biopsicología apuntan a que la solución también se puede encontrar en la conducta de los propios individuos. Fomentar un estilo de vida que mantenga un cambio permanente entre lo negativo y lo positivo. Así lo da a conocer el psicólogo Bernabé Tierro en una de sus investigación vertidas en su libro Optimismo Vital.
El secreto del cambio
“El secreto del cambio está en no mantener lo negativo en la conciencia mental (no pensar el problema) y, por el contrario, mantener lo positivo en la mente. La transformación de lo negativo en positivo se puede abordar de tres enfoques que, aunque distintos, se pueden complementar”.
“Primer enfoque: reflexión, meditación consciente y lúcida sobre el problema que nos afecta, sin perder el control, con serenidad y calma, sólo o en compañía de un experto. Durante la reflexión hay que detenerse en las posibles causas que han originado y alimentado el problema; la visión parcial, segada o equivocada, la lectura que hemos hecho. Todo aquello encaminado a abrirnos a visiones y apreciaciones optimistas, positivas, que den una salida airosa a la situación”.
“Segundo enfoque: cambio automático de pensamientos negativos en positivos, recordando vivencias gratificantes y positivas del pasado (divertidas, reconfortantes, motivadoras) o pasando directamente a acciones positivas (compartir actividades, risas, chistes, jugar, con la mascota, etc). Con decisión, energía y carácter cortamos la cadena de pensamientos y sentimientos pesimistas y los sustituimos por actitudes conscientemente gratificantes y siempre positivas que nos llevan las privaciones densas y negativas del pesimismo y la melancolía por actitudes sutiles y positivas, las del optimismo la alegría y la esperanza”.
“Tercer enfoque: visualización imaginativa real del estado positivo, mental y emocional que pretendemos adquirir e implementar. La visualización es imaginarnos con todo detalle cómo queremos sentirnos y comportarnos, como si ya fuéramos alegres, positivos y divertidos”.
Estos tres enfoques positivos contribuyen a cambiar lo negativo en positivo, sin embargo existen muchos más recursos psicológicos y prácticos que nos pueden ayudar a enfrentar este cambio; como el desarrollo de la voluntad, la capacidad de tomar decisiones, los afectos, la amistad, el amor, el trabajo, las diversiones, el ejercicio físico, la naturaleza etc.
Un trueque favorable
En el pasado una manera de tranzar en los negocios era a través del trueque, una cosa se cambiaba por otra, el valor lo determinaba la necesidad del utensilio, está demás decir que sí logramos un trueque por nuestro pesimismo los únicos que ganaremos seremos nosotros. Sin embargo nos costaría mucho encontrar a alguien que aceptara tal trueque.
La importancia de saber pasar
Cambiar lo negativo por lo positivo puede parecer difícil y en algunos casos algo imposible pero pasar de lo negativo a lo positivo marca una diferencia. Cambiar en un segundo algo que forma parte de una conducta reiterativa solo se logra a través de un cambio paulatino, por eso menciono la palabra pasar, eso lo hace parte de un proceso, y muy bien ese proceso podrían ser los tres enfoque mencionados en los párrafos anteriores.
Podemos contribuir a bajar esas alarmantes estadísticas del constante aumento de enfermedades solo a través de un cambio de conducta, demás esta decir lo beneficioso que se torna para nuestra salud vivir de una manera optimista y positiva.
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