La vida es como andar en bicicleta, necesitamos del equilibrio para poder avanzar
De pequeños hemos sido testigos de actos de equilibrios de algún espectáculo circense. Algo que de acuerdo a la edad, nos ponía los pelos de punta frente a tan valiente acto de entretención. Los equilibrios, entre más altura se practiquen más peligrosos se transforman. No es lo mismo ver un equilibrio a medio metro de altura del suelo que ver cruzar a alguien a través de una cuerda de un edificio a otro.
La palabra equilibrio nos entrega una connotación en un estado de cosas como algo así de un cincuenta y cincuenta, un tipo de combinación de fuerzas balanceadas en la misma cantidad, eso sería el equilibrio a la sombra de la mecánica. Pero no es mi intención entrar en detalles de la física, la química y en ningún tipo de ingeniería para hablar sobre este concepto.
Los humanos y también los animales desarrollan un tipo de equilibrio que la ciencia le ha dado el nombre de equilibriocepción, uno de los sentidos fisiológicos que permite a humanos y animales caminar sin caerse. Aquí hay que reconocer que algunos animales son mejores que los humanos; como el gatito que alguien puede tener en casa. El sentido de equilibrio podríamos decir «que es la capacidad de asumir y sostener cualquier movimiento o posición del cuerpo contra la fuerza de gravedad».
Equilibrios de la vida
Algunas de las órdenes y consejos que se suelen escuchar de los padres hacia sus hijos están enfocados a la practica de un tipo de equilibrio, por ejemplo, no comer muchos chocolates, tomar más agua que Coca-Cola, no dormirse muy tarde, no escuchar muy fuerte la música, no usar malas palabras con los amigos, hacer las tareas o deberes, etc.
Los equilibrios están presente al sentido que le podemos dar a nuestra vida; en nuestro propósito, objetivos y metas, en la felicidad, en la filosofía, en la religión, y también en lo que esta por venir; es decir, el futuro. Factores cognitivos que de alguna forma necesitan del equilibrio en las muchas maneras de pensar.
En todas las áreas de nuestra vida, por lo más cotidiana que sean, necesitamos de la sabiduría para poner en práctica la medida exacta de todo lo que necesitamos para poder vivir en armonía.
Trabajo y profesión
El trabajo para la gran mayoría es sinónimo de bienestar, porque sin él muchas cosas dejarían de funcionar en la vida. Pero para que eso sea realmente un bienestar necesitamos del equilibrio; en las horas de trabajos; en la relación con las personas que trabajan junto a nosotros; en el éxito que aquel trabajo nos pueda traer; y en los grados de estimación entre las amistades que allí se pueden desarrollar.
Salud
De la manera como nos movemos reflejamos el nivel de salud con la que contamos, es en esta área de la vida donde mejor se percibe el uso del equilibrio, la práctica de algún deporte en su medida exacta, el uso de un buen descanso y la relajación en su debido equilibrio contribuyen una buena calidad de vida.
La alimentación es algo que necesita más páginas, pero me voy a limitar a decir que es aquí donde la gran mayoría falla; –para ser honesto, fallamos–. O se come mucho o se come poco. Las estadística en este último tiempo arrojan una población mayoritariamente con sobrepeso en los países desarrollados y emergentes. La intemperancia en el tema de la alimentación ha pasado todos los controles con una luz roja encendida.
Familia y amigos
En el ámbito de las relaciones humanas, es decir donde crece una comunidad, es importante el desarrollo de vínculos con las personas que nos rodean, eso da como resultado información de quienes están a nuestro lado; conocer sus necesidades nos puede alumbrar los lugares donde se puede necesitar ayuda. El reconocimiento siempre se debe dar con equilibrio, de lo contrario parecería adulación. La comunicación cuando es poca es mala y cuando es mucha también es mala. El equilibrio en las relaciones con los demás es algo que la sociedad pide a gritos.
La vida no es ni en blanco ni tampoco en negro, pero si juntamos los dos colores podría ser gris, a eso le llamaríamos equilibrio, pero creo que nadie quiere llevar una vida gris. Los equilibrios no tienen porque ser algo aburrido y sin color, al contrario los equilibrios de la vida apunta siempre a algo mejor y eso siempre lo vamos a ver a través de los colores naturales que nos rodean, esos son los colores que tenemos que llevar a la siga de los equilibrios que la vida nos obliga a practicar.
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