La resiliencia es también  un conjunto de habilidades que pueden ser aprendidas y practicadas a través de vivencias cotidianas.

El término resiliencia no está en absoluto guardado sólo paras quienes han tenido una vida difícil y han salido adelante, es un término que de alguna forma está relacionado con todos nosotros, unos más y otros menos, pero esta ahí.

Como seres humanos tenemos la tendencia de recordar más lo malo que lo bueno, pero esto no se debe a la casualidad, sino más bien al hecho de creer que las consecuencias de los errores se pagan aquí, en esta vida, entonces pensamos que todo lo malo que nos puede pasar es el pago de dichas acciones.

¡Tremendo error! Existen personas que la vida no le ha ofrecido nada bueno, es una forma de decir, le ha tocado la vida un poco más difícil y no a consecuencia de sus errores, hay miles de testimonios al respecto. Pero lo importante es saber sacar ganancias psicológicas a esos momentos difíciles.

RIck Hanson, neuropsicólogo nos anima a abordar nuestra innata tendencia negativa, dedicando más tiempo y atención a las cosas buenas. «Mientras más tiempo usted se centre en una experiencia positiva a través de los sentimientos o pensamientos, más neuronas trabajan en el cerebro y se conectan entre sí».

Aceptar la realidad

Permitir que las cosas sean como son puede ser difícil en medio de una crisis, nos ponemos en un estado de resistencia a nuestra propia realidad, pero la aceptación a dicha experiencia no pasa por la apatía, la resignación, o renuncia, eso solo significa que reconocemos conscientemente una realidad desagradable y nos damos cuenta que la situación requiere de una acción. Es ahí donde se tiene que diferenciar entre lo que se puede controlar y lo que esta fuera de control. Debemos recordar que la vida a veces nos ofrece limitaciones. Tenemos que aprender a aceptar los momentos difíciles, así podemos tener el control en la forma de pensar  más positiva.

Resiliencia y naturaleza

La resiliencia también se puede cultivar de una manera práctica, fácil y gratis. Caminar en medio de la naturaleza, contemplar un jardín, hacer actividades  al aire libre, o simplemente pasar el tiempo con una mascota, nos lleva a una conexión con el mundo natural, mirar su esplendor y como todo gira en torno a leyes físicas, nos colocará dentro de ese sistema natural para enfrentar lo que pudiera venir.

La importancia de la gratitud

Ser una persona agradecida, aumenta el bienestar  y fomenta la resiliencia, vivir consciente de lo que la vida nos ha ofrecido y compartir dichas experiencias con otro es una forma de agradecer a la vida la educación que nos ha dado a través de hechos que han quedado marcados en el tiempo, compartir eso es también gratitud.

Volver a lo natural

Volver a la básico, a lo normal parece algo natural, pero en los tiempos que se vive lo natural tiende a escasear. Estar sumergido en un sistema de quehaceres marcado por la prontitud, fruto de la costumbre psicológica de la automatización, nos hace pensar que lo natural lo básico, lo estrictamente necesario es parte del pasado. Enfrentar cada día la competencia del ego por sobresalir ante los demás es también una forma de crear situaciones estresantes. Lo correcto no es dejarse llevar por la corriente, sino crear nuestros propios momentos de satisfacción personal.

La importancia de lo espiritual

La reflexión, el desarrollo de la confianza, la espiritualidad, son un tremendo apoyo a la resiliencia, es más, algunos estudiosos creen que efectivamente la vida espiritual mueve montañas; hay 33 mineros chilenos que dan fe de eso. No hay nada de malo en depositar los problemas y dificultades en manos de la fe, de alguna u otra forma la gran mayoría se considera creyente, entonces es también el momento de llevar eso a la práctica.

Son cientos las historias de hombres y mujeres resilientes, pero esa característica no es tan sólo de unos pocos, sino de algunos que la han sabido desarrollar de mejor manera que otros. Una forma personal de ver la vida sabiendo bien donde cada uno se dirige nos prepara para enfrentarla mejor.

Quien tiene un porqué para vivir, encontrará casi siempre el cómo.  – Frankl Nietzsche

@AlexPonceAg

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