El creciente aumento de las comunicaciones hace renacer el poder del uso de la palabra.
Resulta extraño creer el tremendo poder que cada uno lleva consigo a través de las palabras. Una sola palabra en muchas ocasiones se ha transformado en la llave maestra para abrir puertas y cambiar actitudes, su importancia es tal que llegan a formar parte de la conducta de las personas contribuyendo en dar forma a una personalidad determinada.
Por la palabra se vende, se compra, se crea, se enseña, se avanza, se detiene, se espera, se cree, se confía, se miente, se engaña, se quiere, se ama se desea se olvida, etc. Las palabras usadas en cualquiera de sus formas, es poder, cautiva como una agradable caricia o hiere como un arma mortal, aunque a veces también se las lleva el viento.
Las palabras forman parte del proceso de comunicación en sus diferentes etapas, por eso se hace importante saber como se plasman en cada tipo del desarrollo comunicativo, y el nivel de importancia que ellas conllevan.
El verdadero valor de las palabras
Un estudio realizado por el Dr. Albert Mehrabian determinó que cuando dos personas se comunican, transmitiendo emociones, el impacto causado en el proceso de comunicación viene determinado de la siguiente manera:
- 7% es impacto verbal, es decir, las palabras que salen de nuestras bocas;
- 38% es impacto paralingüistico, referido al uso de la voz (tonos, inflexión, pausas, ritmos, entonación, etc.)
- 55% es impacto visual y proxémico, vinculado al uso de la gesticulación y la distancia (proximidad) de los interlocutores.
A través de este estudio se pudo determinar el verdadero valor de la importancia del significado de las palabras, y a su vez el grado de repercusión del contacto visual y el tono de la voz en una conversación.
El componente no verbal es, junto con el componente verbal lo que constituyen la comunicación, y está tiene una estructura tripartita, que el investigador Fernando Poyatos denomina “estructura triple”, que incluye:
- Lo que decimos
- Como lo decimos
- Como nos movemos (lenguaje kinésico)
Comunicación corporal
La postura, los gestos, los movimientos, las expresiones, mirar hacia el otro lado, cruzar los brazos, bostezar o fruncir el ceño. Todo esto forma parte de la comunicación. Por eso decir las palabras como conviene, no sólo encierra su buen significado, sino que también la forma como se dicen. Debemos tener mucho cuidado de que nuestro lenguaje corporal esté en congruencia con el mensaje verbal. Es correcto decir que el 93% del impacto en el proceso de la comunicación está determinado por elementos que no son verbales.
En mis tiempos de vendedor aprendí mucho de la comunicación corporal, en ocasiones me ayudó a descubrir el perfil de mis clientes antes que me hablaran, y en mis presentaciones de ventas estaba todo tan bien calculado que con un sólo gesto de mi parte, cerraba la venta. Ahí aprendí que la imagen vale más que mil palabras.
En las relaciones humanas, en ese contacto cotidiano con los que están a nuestro alrededor, debemos estar constantemente preocupados de que nuestras palabras sean comunicadas de la mejor manera posible e involucrando una expresión corporal acorde, aparte es importantísimo el tono, la velocidad, la entonación y la inflexión con la que hablamos.
Nuestra manera de hablar, cuando queramos conseguir algo debe de cautivar y persuadir de una manera sincera y honrada, con la mejor de las miradas, para que nuestro interlocutor perciba nuestro mensaje como algo franco y verdadero.
Comunicación escrita
Los avances tecnológicos han determinado hoy un nuevo ritmo en el proceso de las comunicaciones. El mundo se ha convertido en una pequeña aldea global, y esto ha transformado la manera de comunicación escrita; la cual también debe ser dicha como conviene. Esta por ser escrita siempre será más afectiva, por lo tanto requiere que haya una conexión emocional e intelectual. Sin embargo, el escribir a veces hace que esta labor sea más ardua, aunque es muy efectiva, ya que en parte demuestra autoridad y conocimiento de causa, es precisa, verificable, permanente, fácil de reproducir y tiene un mayor nivel de retención por parte del receptor.
Palabra con poder
Vivimos en un mundo contemporáneo donde tenemos que entender que quien tiene la información es quien tiene mayores posibilidades de desarrollo personal. Por ello las comunicaciones constituyen una parte importante de la vida actual.
Hemos sido beneficiados con el don del habla, es por este medio por el cual nos damos a conocer, algunos descubren también nuestros pensamientos, es nuestra ventana por la cual muchos nos miran y descubren en parte nuestra intimidad. El buen uso que hagamos de este don gratuito a nuestro favor, repercutirá en mejores relaciones sociales, todo con el solo hecho de decir siempre la palabra como conviene.
* Si te agrado este post comparte el enlace y participa dejando tu comentario, también te puedes suscribir al blog, es gratis!
Al leer éste artículo, se me vino una avalancha de palabras que escuché en alguna ocasión y, si, cuando fueron dichas, causaron un daño irreparable. Ojalá nunca vuelva a sentir esa dolorosa sensación…Gracias por el artículo, es muy interesante y vivo a diario esa experiencia, puesto que vivo con un vendedor..