El estado mental, afecta la salud más de lo que muchos creen, causándonos algunos cambios fisiológicos
La homeostasis es el concepto que define el ritmo cíclico normal del cuerpo; niveles de glucosa en la sangre, niveles de oxígeno, el ritmo cardíaco, la presión arterial y muchos otros sistemas que modifican la actividad para adaptarse a los requerimientos corporales automáticamente sin que nosotros tengamos que pensar en ello.
Cambios ante un peligro
Imaginemos que vamos cruzando por la calle: En el momento escuchamos que alguien nos grita; Sentimos un fuerte bocinazo y, al darnos vuelta, vemos que un coche se nos viene encima. No tenemos tiempo para pensar, pero algo comienza a suceder en nosotros: se activa el estado emocional del miedo, el corazón acelera su ritmo, la respiración se agita, los músculos se tensionan, las pupilas se dilatan, los vasos sanguíneos de la piel se contraen. Todo nuestro ser está en estado de emergencia.
Cuando queremos darnos cuenta, nos encontramos dando un salto que supera todos nuestros registros anteriores, y evitamos el impacto.
La reacción que se produjo en nosotros sin que lo decidiéramos se le llama estrés, que nos dio la capacidad necesaria para que nuestros reflejos funcionaran con claridad y nuestros músculos tuvieran suficiente potencia para desplazarnos.
Cambios ante el Estrés
En este ejemplo podemos ver que el estrés es un factor defensivo de nuestro organismo y que funciona para salvarnos la vida. Pero este mismo estrés se vuelve peligroso cuando vivimos en un permanente estado de emergencia y en un grado desmedido:
- Un problema hogareño que no se resuelve y que crece silenciosa o abiertamente.
- Un conflicto laboral (una mala relación en el trabajo) que se prolonga indefinidamente sin solución (porque no se le encara o se lo maneja mal).
- Una actitud pesimista, negativa, de sospecha, insatisfecha, preocupación, celos, etc.
El estado mental, afecta la salud más de lo que muchos creen. Muchas de las enfermedades físicas que sufrimos, son el resultado de:
Tristeza, ansiedad, descontento, remordimiento, sentido de culpa, desconfianza, etc.
Cambios frente a pensamientos negativos
Estos son los mecanismos a través de los cuales nuestros pensamientos negativos hacen su significado impacto en nuestras vidas:
Los pensamientos de descontento, rencor, o egoísmo, estimulan al Hipotálamo y el sistema límbico de la porción inferior del cerebro para enviar impulsos hacia la glándula hipófisis.
La hipófisis produce una hormona llamada somatotrofina, que en demasía en el torrente sanguíneo, induce a las glándulas suprarrenales a producir excesiva cantidad de otra hormona llamada desoxicorticosterona y otras llamadas corticoides pro inflamatorios.
La desoxicorticosterona y los corticoides pro inflamatorios, forman parte integral de los sistemas defensivos del organismo, ellos producen: aumento de la presión arterial, aceleración de los latidos cardíacos y vasoconstricción en los órganos internos.
Esto ocasiona un proceso de inflamación que tiene por objeto, atrapar a los gérmenes patógenos de modo que puedan ser destruidos.
Pero cuando esta producción de hormonas no es causada por un daño físico, sino por pensamientos negativos y especialmente cuando ocurre a lo largo de un extenso período de tiempo, el efecto es destructivo hasta el grado de ocasionar una verdadera enfermedad física.
Cambios frente a pensamientos positivos
Los sentimientos de amor, ternura y simpatía, estimulan el hipotálamo y el sistema límbico al enviar impulsos a la hipófisis. La hipófisis segrega una hormona llamada ACTH. El aumento de ésta en el torrente sanguíneo, estimula a las glándulas suprarrenales a segregar cortisona y otras hormonas anti inflamatorias.
La cortisona y las hormonas anti inflamatorias, producen una vasodilatación a nivel de los órganos internos, mejorando las funciones de digestión, eliminación y asimilación.
Entonces los vasos sanguíneos musculares vuelven a su estado normal. La presión arterial y la frecuencia del ritmo cardíaco, también comienzan a retroceder y los efectos hormonales dañinos, son revertidos a medida que el organismo va produciendo la autorreparación.
Selye escribió: “La vida es un proceso a través del cual se gasta la cantidad de energía de adaptación que hemos heredado de nuestros padres. La vitalidad es como una cuenta bancaria especial en la cual se van haciendo retiros, pero en la cual no se puede hacer depósitos. Nuestro único control sobre esta preciosa fortuna, es el ritmo con el cual la consumimos”
El estado de ánimo mantenido bajo control, retarda los procesos de envejecimiento y prolonga la vida.
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interesante gracias
justo lo que buscaba gracias
muy bno gracias
muy buena su pagina
es muy interesante, me gustaria profundizar mas sobre este tema.
Me encanto ?