Algunas veces parece que nada bueno puede salir de la adversidad, pero los desafíos también proporcionan experiencias de aprendizaje positivas que actúan como un catalizador para descubrir nuevas direcciones, objetivos, perspectivas ampliadas y desarrollo de nuevas tareas.
Aquí hay siete «herramientas» psicológicas que nos pueden ayudar a llevar de mejor forma los resultados o consecuencias de acontecimientos llegados con la adversidad y que de alguna manera también podemos solucionar.
1. Una mirada al interior
Tus planes pueden haber sido revestidos, las expectativas decepcionadas, las puertas cerradas y las opciones reducidas. ¿Cómo se ha visto afectada tu vida? ¿Qué ha cambiado? Lo que se fue, lo que queda? ¿Qué hay de tu estado interno? ¿Cómo se ha visto afectada tu imagen y tu confianza? ¿Cuáles son tus miedos?
Una vez que se enfrentan los hechos con claridad y aceptación, se tiene una base sólida desde la cual se puede «mapear» un nuevo camino por donde transitar. Se puede llegar al mismo lugar donde comenzó la crisis y desde ahí tomar la ruta adecuada.
2. Asumir la responsabilidad
Es natural sentirse vulnerable e inseguro acerca de cómo proceder cuando las cosas son difíciles. A menudo esto desencadena la ira o la negación: no debería haber sucedido. ¿Por qué yo? No me merezco esto. Incluso puedes quedarte atrapado en la «parálisis del análisis» en busca de explicaciones de por qué estás tan afectado.
Hay una elección crucial que se debe hacer para determinar un camino a seguir:
Vivir de remordimientos y culpas o tomar las riendas para crear un nuevo futuro.
Es posible que hayas sido víctima de influencias externas, situaciones ajenas a tu voluntad, pero no tienes por que convertirte en una víctima para siempre. Recuerda que si es así, ahora todo depende de ti. Toma medidas, enfrenta el problema y confía en tu capacidad para gestionar tu nueva situación. Siempre con la vista al frente, en el porvenir que comienzas a construir.
3. Concentrarse en las soluciones
Se bastante claro sobre lo que te puede influenciar, ya sea para bien o para mal, controla sólo lo que está a tu alcance Pregúntate: dada mi situación actual, ¿qué es posible en este momento? Incluso si la situación pareciera llena de imposibilidades. Dar pequeños pasos aumentará tus opciones de salida e influirá en desarrollos de nuevos desafíos.
Toma decisiones, establece metas y confecciona una nueva hoja de ruta. Mira los recursos que puedes utilizar. ¿Quién podría apoyarte con consejos, ayuda, apreciación franca y sincera? ¿Cuáles son tus recursos internos? La vida puede haberte golpeado, pero seguro que tienes mucha fortaleza, sabiduría y experiencias que permanecen activas en ti. También considera posibles obstáculos y hace planes para enfrentarlos.
4. Ser flexible
El cambio siempre involucra terminar algunas cosas y comenzar otras, a menudo en este tipo de experiencias quedan situaciones intermedias, algo a veces turbulento del pasado que no se le ha puesto termino y tiende a frenar lo nuevo que aún no está completamente establecido. Estas tres fases se superponen e inicialmente, puedes moverte entre una y otra impidiendo un avance más decidido.
El progreso requiere discernimiento sobre cuándo ir con la corriente y cuándo tomar una acción decisiva. No te dejes intimidar por los reveses, las «fallas» y las barricadas, pero se paciente. No existen los túneles eternos.
Cuando te sientas frustrado o las cosas se muevan lentamente. Si un objetivo no se alcanza intenta de otra manera. Recuerda: donde hay un consejo (generalmente) hay una solución.
5. Ordenar los pensamientos
El pensamiento, el sentimiento y la acción forman una tríada interrelacionada en la que cada uno tiene un efecto sobre los demás. Por ejemplo, pensamientos como «Todo está perdido», «nunca superaré esto», aumentarán los sentimientos de angustia e impotencia y te conducirán al estancamiento en lugar de la acción.
Cada parte de la tríada la puedes aprovechar para tu beneficio. Tomar medidas de sosiego calmará tus nervios y despejará tu cabeza para que puedas tomar una acción a seguir. Las emociones pueden resolverse desafiando tus pensamientos negativos con nuevos proyectos; realistas y verdaderos que te mantendrán ocupado viviendo para un futuro cercano. Tomar la iniciativa ordenará tus pensamientos y mejorará tu estado emocional.
6. Practicar el optimismo realista
Este tipo de optimismo contiene la expectativa de resultados positivos a corto plazo, pero sin ilusión o desconocimiento de tus probabilidades. Incluye una evaluación realista de la situación, la expectativa de un resultado lo mejor posible y la confianza de que encontraras un camino a seguir, aunque pueda no ser obvio en ese momento.
- Elige actitudes que respalden el optimismo realista:
- ¿Es el evento una catástrofe total o un obstáculo que se puede superar?
- Estoy herido pero no completamente roto
- Puedo sanar y pasar de esto
- Puedo reconstruir mi vida y redefinir quién soy
- Otras personas han experimentado algo similar y han pasado a una mayor fortaleza y una vida gratificante
- Soy digno de amor y de buenas cosas por venir
7. Ser amable con uno mismo, valora las experiencias
Ante los imprevistos es mejor estar conectado a una red de alertas temprana, eso es común en las ciudades donde existen sismos a cada instante. Los sismos siempre dejan enseñanzas; nos muestran las zonas seguras y las más frágiles. Los daños causados nos ayudan a prevenir y saber como actuar para el próximo.
La vida está llena de “sismos” y también necesitamos para nuestra vida una red de alertas temprana, esa red son las experiencias que dejan los momentos difíciles que con el tiempo se pueden percibir a distancia. Por lo mismo los reveses de la vida no deberían sorprendernos.
Por eso insistir en los miedos, los defectos y los fracasos te desalentarán y socavarán tus esfuerzos para enfrentarlos. Habrán momentos en que te sentirás vulnerable. No todas las cosas se desarrollarán fácil y sin problemas, y no todo lo que intentes tendrá éxito. Cuando eso suceda, recuerda que ahora sabes lo que no funciona y puedes hacer ajustes. Dale valor a tus experiencias
Los atletas usan el concepto de PB (Personal Best), su mejor marca personal, y esto puede aplicarse también a nosotros. Reflexiona sobre tu mejor marca personal en las circunstancias difíciles que la vida te ha dado, reemplaza la autocrítica con auto-aceptación. Trátate como lo harías con un amigo querido: con amabilidad, comprensión y aceptación. Administra tus energías para mantener tus fuerzas. Alimenta tu espíritu con verdadero amor propio, elige perspectivas que fomenten una acción positiva y confía en que tu capacidad de recuperación te llevará a una nueva vida gratificante.
Mi hija me decía que en el mundo del tatuaje hay símbolos con muchos significados, uno de ellos es el punto y coma ; es un signo de puntuación que sirve para conectar dos anunciados que de alguna forma se separan pero tienen continuidad. Pero para los amantes de los tatuajes este signo significa esperanza en tiempos difíciles y determinación para seguir adelante.
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