Europa advierte de que las redes sociales pueden conducir a una sensación de estar continuamente bajo vigilancia y a un comportamiento paranoico.

La agencia de ciber seguridad más grande de Europa ENISA ( la Agencia de Seguridad Europea de Redes e Información, en su sigla en ingles) ha dado a conocer un informe que mira hacia el 2014 para predecir los efectos positivos y negativos “del registro de la vida” online. Si bien acepta los beneficios potenciales de las redes sociales ENISA muestra su preocupación por los grandes riesgos de violación de datos personales, que de alguna u otra manera pueden influir en la convivencia social de las personas, y pidió a los estados miembros de la Unión Europea el considerar la introducción de “sanciones legales”.

En la actualidad la vida online es una realidad a voces, donde las amistades no se cultivan a base de miradas ni experiencias cotidanas de compañerismo, sino que las nuevas amistades online se vinculan a través de la información que existe de cada una de las personas en la red.

Redes sociales

En el pasado la calle y las plazas eran el lugar predilecto para sentirse observado, la gente conocía del otro, en la medida de lo que podía observar, en ese ambiente el miedo al ridículo se acentuaba al percibir la cantidad de personas alrededor hablando a la espalda. A través de las redes sociales como Facebook o Twitter se percibe el mismo temor y con creces, debido a la exposición no sólo por un encuentro casual como sucedía en las plazas sino que a algo más público y permanente.

Esta nueva experiencia de vida ha llevado a realizar diferentes estudios en relación a la convivencia en la red y los posibles daños psicológicos de las personas; al estudio sobre el aumento de la baja estima por parte de jóvenes que pasan mucho tiempo conectados a Facebook, hoy se suman los paranoicos.

Estudio

La paranoia es un término psiquiátrico que describe un estado de salud mental caracterizado por la presencia de delirios autorreferentes, sensaciones angustiantes e incontrolables. El diagnóstico moderno más adecuado para la paranoia es el de transtorno delirante.

Las razones por lo cual hoy se habla de la paranoia como un mal del siglo XXI se basan en un estudio realizado en la universidad de Oxford por el profesor de psicología Daniel Freeman. Efectuado a 1.200 personas, mostró que una de cada cuatro, presentaba episodios de paranoia. De ellos, el 40% creyó que la gente hablaba mal a sus espalda, el 20% dijo sentirse perseguido u observado y el 5% creía que existía una conspiración para hacerle daño a la sociedad.

Estas características del estudio realizado por Daniel Freeman se acentúan en el mundo virtual online, ya que el sentirse observado es una experiencia permanente para las personas que se muestran en demasía; perciben el miedo al ridículo, y se imaginan a cientos de personas comentando a sus espaldas.

Profecía autocumplida

Tema aparte es el aumento de la paranoia en la convivencia de la pareja, es sabido que esta enfermedad se manifiesta en delirios de celos a menudo por la “creencia” de que la pareja tiene un affair, y en este caso las redes sociales poco ayudan a mejorar dicha convivencia, al contrario, se produce un seguimiento online hasta las últimas consecuencias, llegando en algunos casos a descubrir una profecía autocumplida.

Toda amenaza para la salud pasa por un exceso, aunque enfermedades psicológicas han existido desde Galeno en estos últimos tiempos han aumentado y proliferado con el nuevo estilo de vida que la sociedad quiere imponer, hoy ya se habla de adicción a las redes sociales y eso debería considerarse como una advertencia a posibles nuevas enfermedades de la mente, que estarían asechando a niños, jóvenes y adultos. De cada uno depende dar la importancia necesaria y menos necesaria a las nuevas formas de comunicarse.

@AlexPonceAg

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