Hoy tenemos importantes empresas de productos y servicios, que a través de su marketing han descubierto el término de “cliente evangelista”.
Este crecimiento evangelístico ha puesto en los ojos de las
grandes compañías la idea de usar ese método exitoso de proliferación de confiabilidad a través del ejemplo, por medio de sus propios clientes. Este tipo de cliente colaborador, pertenece al equipo anónimo de la sección de marketing y departamento de ventas de una organización.
Empresa, productos y servicios
Hoy tenemos importantes empresas de productos y servicios, que a través de su marketing han descubierto el término de “cliente evangelista”, ese cliente usuario permanente y maravillado de las virtudes del producto y su servicio, y que el mismo se encarga de entregar información de los beneficios a través de su experiencia personal que comparte con amigos y conocidos, transformándose en consejero y orientador, a quien incluso se le llama para pedirle sugerencias.
Clientes evangelistas
Los clientes evangelistas sin duda pueden reportar grandes beneficios y sobre todo ayudar a generar mayor notoriedad gracias a que a través de sus acciones, opiniones y recomendaciones se consigue que se hable de la marca, servicios, productos o empresa.
Por lo mismo no es coincidencia que las marcas que cuentan con cientos de clientes evangelistas no necesitan invertir grandes cantidades de dinero en campañas publicitarias.
El término evangelista está basado en el concepto: “portador de las buenas noticias”
Es importante tener en cuenta que un cliente fiel es un cliente que compra un producto regularmente.
Eso no lo transforma necesariamente en un cliente evangelista.
La industria tecnológica
Algunas empresas como Apple, desde sus inicios han evolucionado dentro de la industria tecnológica adelantándose a los tiempos, innovando y predicando su doctrina. En este sentido, Apple ha conseguido magnificar su propia imagen creando todo un ícono de ella. Una marca de culto que ha sabido transmitir su filosofía y valores, consiguiendo que sus propios consumidores se conviertan en veneradores y clientes evangelistas.
Es una de las marcas que más se ha beneficiado con este sistema, no porque ellos pongan en práctica un plan de acción para generar la creación de clientes evangelistas, sino simplemente por lo que sus productos hacen, y como satisfacen la necesidad de sus compradores. Un cliente Apple transmite por convicción y conocimiento cabal, su experiencia con el producto, y el servicio que la marca aporta.
Este cliente evangelista ha pasado por una atención, un interés, un deseo, una convicción, y una post venta, creando una cultura, que lo lleva a un constante desarrollo tangible que lo relaciona en forma intrínseca con el producto.
Redes sociales
La llegada de las redes sociales ha facilitado la proliferación de este culto, convirtiendo a sus usuarios en auténticos evangelistas. Fans que se identifican con la marca, producto, o servicio.
Son ya muchos los informes y estudios que ponen en relieve esta tendencia de los consumidores por seguir, recomendar y compartir sus marcas a través de las redes sociales. Y sin duda, estos ejercen un papel influyente, importante y clave ante los futuros y potenciales clientes.
Conclusión
Hoy tenemos cientos de personas que a través de las redes sociales como Twitter, Facebook, ó Google+ que comparten su testimonio como una experiencia de vida gratificante, lo que el producto ha hecho en satisfacer sus necesidades, se adentran con sus vivencia en una red envuelta en una globalización , confirmando aun más su devoción por la marca y que en algunos casos -como es en el uso de las nuevas tecnologías-, han permitido un cambio en sus vidas.
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