A través del tiempo las enfermedades mentales se han mantenido en un constante aumento, considerando a la depresión como la gran epidemia de la sociedad moderna. La depresión es un trastorno del estado de ánimo, ya sea desde el punto de vista de la psicología o desde el punto de vista de la psiquiatría.
La depresión afecta en nuestros días a millones de personas en todo el mundo. Usualmente aparece a causa de desordenes bioquímicos y otras son debido a motivos psicológicos. Se le conoce como la enfermedad de la tristeza, que puede comenzar: desde graves traumas de la vida a una suma de frustraciones diversas que forman una serie de factores negativos.
Estadísticas
Según la Rush University Medical Center, una de cada cinco personas sufre de depresión, considerando a la mujer con mayor posibilidad de sufrirla que los hombres. En todo el mundo, los trastornos de salud mental representan cuatro de las diez causas principales de discapacidad en las economías de mercado establecidas, siendo la depresión la principal causa.
Pero así como las enfermedades mentales se muestran en constante aumento y desarrollo evolucionando con el tiempo, es también como la ciencia ha llegado a descubrir nuevos eventos que apuntan a un mejor diagnóstico, y por ende a un mejor tratamiento.
La depresión altera la estructura del cerebro
Según un estudio realizado en el centro de investigaciones biomédica para la salud mental del Hospital Psiquiátrico Moseley de Londres, confirma que algunas zonas del cerebro encogen cuando una persona sufre depresión.
Los científicos británicos han revelado que las personas que padecen depresión clínica, experimentan una reducción del tamaño en diversas zonas de su cerebro: el Lóbulo Frontal que se ocupa de la toma de decisiones, juicios y emociones; los Ganglios basales, encargados del movimiento; y el Hipocampo, cuya función es la consolidación de la memoria y el aprendizaje.
Este retraimiento de ciertas áreas del cerebro estaría relacionada con una hormona llamada Cortisol, que se libera por las glándulas suprarrenales, y que es liberada en respuesta al estrés.
Según el Dr. Matthew Kempton del Institute of Psychiatry of London dice en relación al estudio: “Hemos observado que esos cambios aparecen en el área del hipocampo en las personas que sufren depresión, esta zona recobra su volumen normal y los cambios desaparecen cuando se vence la depresión, entonces todo vuelve a la normalidad”
Esta modificación de la estructura del cerebro permite a los médicos realizar un mejor diagnóstico de la depresión gracias a la imagen de resonancia magnética, así pueden asegurarse que los síntomas no son debido a otros trastornos psiquiátricos o neurológicos, estas imágenes posibilitan una medición comparativa de la estructura del celebro.
“Una vez localizada la zona podemos identificar las causas de la enfermedad y diseñar una nueva medicación para su tratamiento”
El remedio de la felicidad
Si a la depresión se le ha conocido como la enfermedad de la tristeza, su cura también puede estar en lo opuesto; en la felicidad, pero no en esa felicidad de un estado perfecto y permanente, sino en un estado de balance existencial positivo. Los altibajos, frustraciones, dificultades, sin sabores, errores,etc., son inevitables y en la mejor etapa de la vida todo eso aparece en distintas dosis y circunstancias. Y está en cada uno de nosotros saber encausar esos fracasos y aprovecharlos como experiencia para sacar una enseñanza permanente, que nos permita mirar siempre el futuro con esperanza y un gran porvenir.
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